La Unión Europea ha emitido seis nuevas recomendaciones para fortalecer la implementación del enfoque One Health en sus políticas. Este enfoque busca abordar de manera integral la interconexión entre la salud humana, la sanidad animal y el medio ambiente. Las recomendaciones incluyen promover la cooperación intersectorial, mejorar la prevención y gestión de enfermedades zoonóticas, y reforzar el uso prudente de antimicrobianos. También destacan la importancia de coordinar investigaciones, compartir datos y desarrollar políticas basadas en evidencia científica.
Estas medidas son esenciales para enfrentar desafíos como las resistencias antimicrobianas y las enfermedades emergentes, que tienen un impacto global significativo tanto en términos de salud como de economía. La resistencia a los antimicrobianos, por ejemplo, causa unas 33,000 muertes anuales en Europa y genera costos adicionales por más de 1,500 millones de euros en el sistema sanitario.
Estas directrices son: