Según el dictamen científico publicado hoy por la EFSA, la sacarina es segura para el consumo humano, incrementando la ingesta diaria admisible (IDA) de 5 a 9 mg/kg de peso corporal al día.
La IDA, que refleja la cantidad segura de una sustancia que puede consumirse diariamente a lo largo de la vida, abarca la sacarina y sus sales de sodio, calcio y potasio (E 954).
La IDA anterior se estableció en 1995 teniendo como base la mayor incidencia de tumores de vejiga observada en estudios hechos con ratas. Sin embargo, en la actualidad existe un consenso científico en torno al hecho de que estos tumores son específicos de las ratas macho y no son extrapolables a los seres humanos.
Los expertos de la EFSA han revisado todos los datos disponibles a este respecto, llegando a la conclusión de que la sacarina no causa daños en el ADN y es poco probable que su consumo esté asociado con el riesgo de cáncer en humanos.
Además, la exposición de los consumidores se encuentra por debajo de la IDA obtenida recientemente, lo que significa que no encierra ningún riesgo para la salud.
La sacarina es un edulcorante, un aditivo alimentario que debe figurar en el etiquetado de los productos alimentarios y permitir a las personas consumidoras tomar decisiones informadas respecto a su alimentación.
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