El microondas es un electrodoméstico muy útil en la cocina moderna, pero según expertos en seguridad alimentaria, hay ciertos alimentos que es preferible no recalentar en él debido a posibles riesgos para la salud. A continuación, se detallan cinco de ellos:
- Fórmula infantil: Calentar la leche materna o de fórmula en el microondas puede generar un calentamiento desigual, creando puntos calientes que podrían quemar al bebé.
- Adobos para carnes: Las marinadas crudas pueden contener patógenos que causan enfermedades transmitidas por alimentos. Es esencial hervirlas antes de su uso para eliminar estos microorganismos y evitar reutilizarlas, incluso después de hervidas.
- Pollo relleno: Los productos etiquetados como «listos para cocinar» no deben prepararse en el microondas (a no ser que se indique específicamente que están preparados para este fin) , ya que el relleno interno podría no alcanzar la temperatura adecuada para eliminar bacterias dañinas, representando un riesgo para la salud.
- Sobras con más de una semana: Los alimentos almacenados por más de tres o cuatro días pueden desarrollar moho y bacterias. Recalentarlos no garantiza la eliminación de estos microorganismos, por lo que es aconsejable desechar las sobras después de este período.
- Alimentos que han estado más de dos horas sin refrigerar: Dejar alimentos a temperatura ambiente por más de dos horas permite la proliferación de bacterias que pueden sobrevivir al recalentamiento en el microondas, aumentando el riesgo de enfermedades.
Además, se desaconseja calentar agua en el microondas, ya que puede sobrecalentarse sin llegar a hervir visiblemente, y al moverla, podría hervir de forma explosiva, causando quemaduras.
Es fundamental también prestar atención a los recipientes utilizados en el microondas. Evite introducir elementos metálicos o con detalles dorados o plateados, ya que pueden provocar chispas o incendios. Asimismo, no se deben usar envases de plástico no aptos para microondas, ya que podrían liberar sustancias químicas nocivas al calentarse.
Para garantizar la seguridad alimentaria, es importante seguir estas recomendaciones y utilizar métodos de calentamiento adecuados para cada tipo de alimento.